El día de ayer me encontré con esta imagen en un anuncio. Dice la sabiduría popular que “lo barato siempre sale caro” y hasta donde yo sé, es cierto.
No tengo nada contra los cursos baratos. La verdad es que, lo confieso, hasta tengo un dejo de maldad con ellos porque lo bueno, trasciende. En cambio, lo barato, más temprano que tarde, desaparece.
El día de ayer me apareció este anuncio. Y como todo “buen” anuncio —y mal comprador que soy 🤭🧐😎 ¿Tú crees?—, ¿qué crees que me llamó la atención? ¡Adivinaste! (¿o no?🤔) Sí, el precio.
Pero luego, pasé a lo realmente cuestionable: “Te capacitamos y en dos horas ya estás lanzando tus campañas”. $699. Deja de pagar publicidad. Mejor aprende a hacerla.
Imagina que, Dios no lo quiera, alguno de los míos tuviera que ser intervenido quirúrgicamente. Qué pensarías si yo te dijera, no me preocupa, ahorita le pregunto al cirujano cómo lo hace y en dos horas estoy operando a mi pariente.😅
Okey, okey, lo admito. Me fui al extremo. En realidad exageré. Yo puedo hacer una campaña en 15 minutos. Así que dos horas, ya es demasiado.
Sí, lo que NO te dicen, es que hacer la campaña es “lo de menos”. Preparar buenas campañas no es un tema de dos horas. Vamos, no es un “abracadabra, que sea una buena campaña”. ¿Me explico?
Es todavía peor que cuando dices, “para qué voy a pagar por un curso”, cuando todo eso lo encuentro ‘gratis’ en YouTube”.
Imagina que eso mismo dijera el pediatra de tu hijo mientras prepara su diagnóstico. O tu dentista mientras te prepara para la extracción de una muela: “No se preocupe, sé perfectamente cómo hacerlo. Lo vi en un video en YouTube”.
Crear un buen curso o taller, de lo que sea, cuesta tiempo y esfuerzo y ambos recursos son mucho más valiosos que el dinero. Si la retribución es poca, entonces, ¿tendrá la calidad que necesitas? Difícilmente.
Pero hay otros dos recursos que quizá no estás considerando: La experiencia y la habilidad suficientes como para servir de garantía, que aquello por lo que estás pagando, poco o mucho, realmente puede darte las herramientas y seguridad que necesitas para contarla.
Perder el tiempo en capacitaciones baratas, es, quieras o no, colocarle la pistola a tu negocio en la cabeza. Sobre todo, si estás pasando por una situación difícil de ventas.
Una vez más, solo estarás perdiendo dinero, aunque sea poquito, y tiempo. Lo más valioso y costoso para tu negocio.
¿Qué pasará si “no te funciona”? ¿A quién le echarás la culpa? ¿Al que te vendió el curso? ¿A la campaña? ¿Al cliente? ¿A ti?
Por eso, la próxima vez que alguien te diga: Te capacito en dos horas, pregúntate si dos horas son lo que necesitas realmente. Y si vale la pena invertir tan pequeña cantidad para tan grande riesgo, adelante.
Y si no, busca a los expertos. Cuando tenemos una necesidad real de contar con un experto hacemos hasta lo imposible por tener al mejor. ¿Tu negocio vale menos que eso? No lo creo. ¿Tú si?